lunes, 15 de diciembre de 2008

30 Años de Contitución


El pasado sábado nuestra Carta Magna cumplió 30 años. Que joven es nuestra chavala! Y qué grata sorpresa ver que parece ser que mucha gente está por la labor de modificarla o actualizarla en relación a los nuevos tiempos. 


No voy a entrar hablar aquí y ahora sobre qué artículos de nuestra constitución pienso que deben ser modificados o incluso eliminados o sustituidos por otros nuevos. Más adelante estaría bien hacer un estudio y análisis de cuáles son los artículos que ya van quedando obsoletos para esta primera década del siglo XXI.


Quisiera reflexionar sobre la necesidad o la importancia que tiene ver la Carta Magna como un documento que debe ir amoldándose a las circunstancias que rodean a los conciudadanos que arropa con su articulado. De que no podemos considerar que toda constitución es un conjunto de leyes universales y absolutas. De que lo que consideramos prácticamente perfecto hace treinta años puede ser que para los nuevos ciudadanos sea más que una muestra de las deficiencias de su sociedad. Lo que nuestros padres entendían por "libertades", nuestros hijos pueden pensar que se queda corto a la hora de defender las libertades tanto individuales como colectivas.


Es muy difícil estar en la certeza de que la constitución que uno votó es la mejor que se podría redactar y que va a ofrecer todo lo necesario para las generaciones venideras. Hay que entender que es un error querer marcar cualquier cosa como la perfecta para todos. Cada ser humano es un mundo y las sociedades, aunque más homogéneas, van variando década tras década, sobre todo en esta era tecnológica.


Por último, en mi caso, yo no he votado esta constitución que celebra sus treinta primaveras. Es por eso que considero enriquecedor, para una sociedad enmarcada en un estado de derecho, que todos participemos en el desarrollo y evolución de dicho escrito. Considero de gran valía para una constitución que también abarque la posibilidad de ser revisada o modificada cada cierto intervalo de tiempo. Un intervalo que de alguna manera asegure la máxima participación de sus conciudadanos. Quiero decir que, como en mi caso, saber que en este acuerdo entre conciudadanos también formé parte y por ello sentirla mía. Podríamos aprovechar su trigésimo aniversario para marcar esta cifra o que cada cuarenta años sea susceptible de ser revisada, modificada si es necesario y vuelta a ser ratificada en referéndum.

No hay comentarios: